18 enero 2018

Año nuevo, vida nueva

Pues literalmente como pongo en el título, mi pequeñuelo nació al final el 1 de enero de 2018 😍

En la última entrada me quedé en la semana 36, quería haber escrito después pero se me fue pasando el tiempo y nada... 
La semana 38 en la que tenía la cita en el hospital para ver la posición del bebé llegó y por sorpresa vimos que su cabeza estaba abajo, sin encajar, pero en la dirección correcta, así que me dijeron que todo bien, que obviamente se podía volver a cambiar de posición y que si notaba que se volvía a atravesar que volviera para intentar directamente colocarle bien y provocar el parto justo después. Sinceramente supe que eso no iba a pasar porque nunca tuve claro dónde andaba su cabeza por mucho que yo me tocara la barriga, además, la siguiente cita con la gine la tenía al día siguiente y después ya ninguna más hasta el día de la fpp. Así que la cosa quedó en que habría que esperar probablemente al día del parto a ver cómo venía, que si venía de culo podía intentar dar a luz de manera natural si quería y si venía atravesado pues cesárea.

Las siguientes dos semanas seguí por supuesto nerviosa y con la intriga de cuándo nacería y cómo. Nosotros teníamos la idea de que nacería en 2017 (aunque su fpp era el 3 de enero), y justo el día 31 de madrugada estando en la cama rompí aguas, qué desastre de cama quedó 🙈 Y como no sabía dónde andaba su cabeza, por miedo a que estuviera atravesado nos fuimos corriendo al hospital a las 2am. Al llegar estaba la gine que me había atendido hacía dos semanas que se acordaba de nosotros. Me miraron y para nuestro alivio su cabeza estaba bien colocada 👏 Así que como había roto aguas me tuve que quedar ya allí ingresada y esperar a que comenzara el parto de manera natural en las siguientes 24 horas.

En mi primer parto pasó exactamente lo mismo, rompí aguas, me ingresaron pero las contracciones no empezaban así que me tuvieron que provocar el parto un día más tarde. Esta vez pensamos que pasaría lo mismo y preguntamos si no me lo podían provocar ya en vez de tener que esperar un día entero, en realidad más de 24 horas tenía que esperar esta vez porque de madrugada no provocan partos por protocolo. Pero la gine y la matrona me lo desaconsejaron, me dijeron que descansara y durmiera, y en caso de provocarlo sería el 1 de enero por la mañana.

Y cómo agradezco que nos dijeran que no, porque al final justo prácticamente a las 24 horas, sobre las 2 o 3 am del día 1 de enero me desperté (sí, mi nochevieja este año me la pasé en el hospital con tapones en los oídos para no oir los petardos y los fuegos y conseguir dormir) y empecé a notar contracciones que fueron rápidamente a más y más y finalmente a las 8 y media de la mañana nacía mi chiquitín en un parto 100% natural, ni epidural me pude poner! Y digo que lo agradezco, porque aunque tuve que soportar unos dolores horribles en el tramo final, este parto fue muchísimo mejor que el primero que fue provocado.