31 enero 2015

Varicocele e infertilidad masculina

Después de los malos resultados del espermiograma de mi pareja, nos quedamos pensando a qué se podían deber y a él se le ocurrió que quizás podrían tener algo que ver con la visita que había tenido hacía tiempo al urólogo por unas molestias en la zona, en realidad no tenía ni idea de si sería por eso ya que no le encontrábamos relación ninguna, pero por salir de dudas pidió una nueva cita con él y llevó además los resultados del análisis.

Según el primer diagnóstico, mi pareja tenía un varicocele, es decir, una dilatación de las venas del cordón espermático (vamos, como las varices que todo el mundo conoce pero en el hombre) y eso le provocaba como una sensación de tirantez y pesadez en la zona, motivo por el que había ido la primera vez al urólogo. Sin embargo, el médico nunca le dijo que el varicocele pudiera influirle negativamente en la calidad de su esperma, se limitó a decirle que no tenía nada malo y que para evitar las molestias pues que usara ropa interior ajustada que ayuda a mantener la zona sujeta y cómoda, cosa que contradice a lo que generalmente se aconseja para los hombres: ropa interior floja para que no haya tanto calor en la zona, pues es negativo para el esperma.

Ese diagnóstico y esa "solución" se la dio el urólogo en su primera visita antes de todo y claro, pues tú confías en tu médico, pero pensándolo a día de hoy te preguntas por qué no te avisó de la relación negativa respecto a la calidad del esperma, ya que mi pareja era aún joven y probablemente quiera tener hijos en el futuro, y encima de ocultarte esa información te recomienda algo también negativo para los bichitos como es la ropa interior ajustada...

En su visita después del espermiograma para preguntarle si podía tener algo que ver con el varicocele, ya le dijo que sí, que esas venas dilatadas hacen que aumente el calor en la zona, cosa muy negativa para la formación de los espermatozoides, pero que no se podía saber 100% si se debía a eso o a otro motivo. Le comentó que lo único que se podía hacer era corregir el varicocele con una pequeña operación, pero que tampoco aseguraba que mejorase el esperma después y que en caso de hacerlo podía tardar incluso un año en llegar a tener niveles normales (y mínimo 3 meses, ya que es lo que tardan en formarse los nuevos espermatozoides).

De todas maneras, independientemente de si decidía operarse o no, necesitaba un nuevo espermiograma para confirmar los malos resultados, pero que en su consulta no los hacía así que teníamos que volver a la clínica de reproducción asistida. Dado que la clínica nos había ignorado por completo desde nuestra última visita, pues aprovechamos que él tendría que ir para preguntar también por cuál era el siguiente paso, a lo que nos dijeron que nos daban cita con los biólogos para hablarlo. No nos hacía gracia un siguiente paso en reproducción asistida, pero nos interesaba también informarnos de todo, así que cogimos la cita a pesar de que eso de que fuera con los biólogos nos sonaba super raro. Pero bueno, lo que nos contaron allí y cómo continuó lo del varicocele lo cuento mejor en otro post.

28 enero 2015

Hormonas y relaciones programadas

Después de las vacaciones habíamos quedado en que tenía que pasarme por la clínica de reproducción para ver mis niveles hormonales (para decidir si podía empezar a hormonarme) y para llevarles la muestra de mi pareja para hacerle a él también un espermiograma. Ya teníamos el gonal y ovitrelle comprado desde la primera consulta e incluso la información con las dosis que me tenía que poner, así que allí me fui con el botecito de los bichitos de mi pareja bajo el brazo para que no perdieran calor.

Lo primero que me llamó la atención y que no me pareció bien es que no se esperaban que trajera la muestra y encima me dijeron que tenía que pagar por el análisis. En nuestra primera visita preguntamos por temas de costes, ya que era algo que nos preocupaba al habernos hecho firmar (si queríamos poder ser atendidos) unos papeles en el que aceptábamos los gastos de los tratamientos etc, y nos habían dicho que no nos preocupáramos, que si en algún momento teníamos que pagar nosotros por algo nos iban a avisar con antelación, por lo que cuando nos dieron el bote para llevarnos a casa y no hacer mención del precio, supusimos que lo cubría el seguro médico como por ejemplo mis análisis de sangre. Pero no fue así, nos cobraron unos 50€ sin derecho a réplica.

Después me sacaron sangre y quedaron en llamar más tarde para indicarme si podía empezar a pincharme o no. Y llamar llamaron, ese mismo día tenía que empezar a pincharme la dosis indicada y me dieron ya cita de control para una semana más tarde para ver la evolución de mis óvulos. Sin embargo de los resultados del espermiograma no dijeron nada, a pesar de que también lo analizan allí mismo en el momento.

Con nervios y miedo lo hice, me costó menos de lo que pensaba, tardé más en conseguir acercar la aguja a la piel que todo lo demás, después fue facilísimo y apenas dolió casi nada. Y así seguí durante unos 10 días. Pero mientras tanto no teníamos noticias del espermiograma, sinceramente no nos preocupaba el resultado, pensábamos que saldría bien, pero por curiosidad llamamos para saber y resultó que los niveles de prácticamente todo salieron bajos, pero eso fue todo, no nos dieron más información ya que la chica de laboratorio sólo te cuenta los resultados pero nada más. 

A los dos días o así tenía mi cita de control, el médico miró mis ovarios y estaba todo perfecto, el gonal me había funcionado muy bien, pero después miró los resultados del espermiograma y cambió de repente de discurso. Me dijo que con esos niveles no íbamos a conseguir el embarazo de manera natural, que ya que estábamos pues lógicamente íbamos a terminar el tratamiento, es decir me tenía que pinchar el ovitrelle al día siguiente y luego las relaciones programadas, pero que nada, no iba a funcionar y tendríamos que pasar a otro método de reproducción asistida. Según le entendí (mi alemán no es muy bueno, sobretodo cuando me pongo nerviosa), tenían que hablar con mi pareja, que ya le llamaban ellos para una cita y explicar la nueva situación.

Bueno pues tuvo razón y no funcionó, sin embargo no nos llamó nadie para nada más. En esos momentos nos sentimos totalmente abandonados y desconcertados, ante un nuevo panorama completamente inesperado, decepcionados con el médico por habernos dado tantas esperanzas que no eran tal y con la clínica en general, sobretodo porque en el momento en que llamaron para decirme que podía empezar a pincharme el gonal, ya sabían el resultado del espermiograma y sin embargo no dijeron nada, nos hicieron comenzar con las hormonas ilusionados a sabiendas que no iba a servir para nada.

Nos quedamos unos días como paralizados, haciéndonos muchas preguntas: ¿y si simplemente había salido mal sólo ese/un espermiograma? ¿cuál era el tratamiento que nos iban a proponer después: inseminación, in vitro? ¿por qué no nos dejaban intentar otro ciclo de pinchazos y relaciones programadas por si acaso? ¿cómo podía ser que fuera tan malo el espermiograma de una persona totalmente sana? ¿y no había nada que se pudiera hacer para mejorar sus resultados? ¿por qué no nos llamaban para una siguiente cita? En ese momento no sabíamos qué hacer...

26 enero 2015

1ª visita a la clínica de reproducción asistida

Después de superar aquel shock con el que salí del ginecólogo, con aquel volante para ir directa a la clínica de reproducción, y después de darnos cuenta que no teníamos nada que perder y que en el fondo daba igual quién me tratara el tema de mis ovarios poliquísticos, pedimos una cita y unas semanas más tarde fuimos a nuestra primera visita.

Estábamos un poco nerviosos porque me había estado informando y sabía que me iban a hacer un análisis hormonal y además no descartaba que me dijeran que necesitábamos un tratamiento más serio, ya que no dejaba de ser una clínica de reproducción. Lo primero sucedió, nada más llegar me sacaron sangre que iban a analizar en el mismo momento para tener los resultados ya y que el médico los pudiera valorar en la consulta. Después tuvimos que esperar un rato y ya nos tocó el turno para ver al médico. 

Cuando entramos y sin aún haber visto los resultados del análisis nos dijo que mi problema era de los más fáciles de solucionar, que sólo necesitábamos hacerme ovular y que para ello me iba a dar hormonas pero no en pastillas, sino en formato inyecciones, ya que ellos ya no trabajaban con las pastillas pues tienen menor tasa de éxito y prefieren no perder el tiempo. Con las inyecciones (las mías gonal y ovitrelle en concreto) y las relaciones programadas se tenían 50% de posibilidades por ciclo, así que íbamos a intentarlo dos meses y me aseguraba que lo íbamos a conseguir en alguno de los dos. El problema es que unos días después nos íbamos de vacaciones así que tendríamos que esperar a la vuelta para poder empezar.

Respecto a las hormonas apenas me dijo nada, no sé cómo salieron los niveles de nada, sólo los miró y confirmó mi diagnóstico, lo único que me dijo es que veía que mi tiroides funcionaba un poco lenta y me recetó unas pastillas para regularlo que me estoy tomando desde entonces.

Y así terminó nuestra visita, con mucho positivismo porque el médico me había asegurado que nuestro caso era muy fácil y que en breve iba a estar embarazada, pero a la vez con ganas de empezar ya y con nervios por tener que pincharme, cosa que me daba un poco de miedo aunque el médico decía que hasta un niño de 5 años lo hace sin problemas. Quedamos en que a la vuelta de vacaciones tendría que ir para que vieran mis hormonas para decidir cuándo podía empezar el tratamiento (normalmente empiezas cuando te viene la regla, pero como yo me puedo pasar meses sin ella pues no es plan) y nos dieron también un botecito para llevar ese día a la clínica con la muestra de mi pareja para hacerle a él un espermiograma.

22 enero 2015

Directa a la clínica de reproducción

Normalmente dicen que debes ir al médico cuando llevas un año intentando quedarte embarazada sin éxito, hasta entonces se considera normal tardar tanto. Pues como yo llevo ya un año de búsqueda, se supone que debería ir ahora a pedir ayuda médica, pero no, la verdad es que ya llevo un tiempo dando vueltas de una puerta a otra, pero sinceramente sin haberlo planeado.

Pero todo tiene una explicación, como ya dije yo tengo ovarios poliquísticos, así que cuando fui a la ginecóloga a mi visita de rutina, le comenté que quería empezar a buscar un embarazo, pensando que me recetaría algunas pastillas estilo clomifeno creo que se llaman, es decir, algún medicamento para obligarme a ovular. Mi sorpresa fue mayúscula cuando la mujer me dijo que ella no podía ayudarme, sin ningún interés por mi caso me dijo que teniendo mi problema yo tenía que ir directamente a una clínica de reproducción asistida si quería ayuda, que me podía dar un volante en ese momento o me lo daba en la siguiente visita rutinaria a los 6 meses, ya que seguro que no iba a conseguir embarazarme de manera natural en ese tiempo, pero que ella no podía hacer nada por mí. Yo insistí y le pregunté si no podía recetarme algún medicamento de esos que he comentado y me dijo que no, que ella no era especialista en esos temas (¿perdona? ¿no eres ginecóloga?). En fin, al final lógicamente cogí el volante aunque salí en shock y aún no sabía lo que iba a hacer, pero por si acaso lo cogí para no tener que esperar a la siguiente cita.


Tengo que aclarar que estoy viviendo en Alemania, donde las citas rutinarias al ginecólogo se hacen cada 6 meses y donde visto lo visto, estos médicos no tratan temas de reproducción (bueno ni de ovulación, porque yo lo único que necesitaba era ayuda para ovular...). Es una cosa que me sorprendió mucho, yo siempre había oído que en España con mi problema el ginecólogo sí te puede ayudar, y pensaba que a las clínicas de reproducción se va en casos más graves de infertilidad, por lo que salí de mi ginecóloga desconcertada, decepcionada e incluso triste. Cuando entré por la puerta de la consulta del médico no se me había pasado por la cabeza en ningún momento que mi primer paso en la búsqueda del embarazo iba a ser directamente la ayuda de una clínica de reproducción asistida, es algo que jamás te esperas, ni siquiera teniendo ovarios poliquísticos, ya que te imaginas inseminaciones artificiales, in vitros, etc, tratamientos más "complicados" y costosos para parejas con problemas más serios de infertilidad.


Y así comenzó nuestra búsqueda más real del embarazo. Después del primer shock, pedimos cita en la clínica ya que al final no teníamos nada que perder, íbamos a ir a una primera consulta y si me daba las pastillas para ovular pues genial, total el quién me las diera al final daba un poco igual, lo importante era que alguien me recetara algo para conseguir ovular todos los meses. Pero no, aquí no terminó la historia, sino que al contrario, no hizo nada más que empezar, en el siguiente post contaré cómo se dio la visita a la clínica.

19 enero 2015

El comienzo de la búsqueda

Pues después de un tiempo buscando un embarazo (y no conseguirlo) y de pasarme a veces por algunos blogs de mujeres con el mismo problema, he decidido comenzar yo también a escribir mi propio blog sobretodo por un motivo: poder contar y expresar por lo que estoy pasando, ya que normalmente no hablo con nadie sobre este tema en mi día a día.
Pero vamos a empezar por el principio, tengo ovarios poliquísticos, lo sé desde hace ya años, mis ciclos son completamente irregulares, me puedo pasar meses sin que me venga la regla y nunca sé cuándo va a suceder. Cuando me lo dijeron ya me explicaron que el día que fuera a buscar un embarazo en el futuro me iba a costar, pero que no significaba que fuera imposible. He estado tomando anticonceptivos durante años ya que es lo que se recomienda a las mujeres con mi problema y la verdad es que a mi siempre me han ido muy bien, nunca he tenido problemas y además me controlan perfectamente el acné, cosa que al principio casi me parecía lo más importante.
Desde hace aproximadamente año y medio se me terminaron los anticonceptivos y decidí no pedirlos más para empezar a buscar un embarazo con mi pareja. Pero no comenzamos a tope desde ese mismo momento, la verdad es que no estábamos seguros 100% de si lo queríamos ya, pero poco a poco la idea fue creciendo y hace como un año ya nos pusimos más en serio a ello, pero como podéis imaginar, sin éxito hasta ahora.
Desde entonces hemos pasado por pastillas, visitas al ginecólogo, urólogo, clínica de reproducción asistida, pinchazos hormonales e incluso alguna pequeña operación, pero de todo ello iré hablando poco a poco en los siguientes posts.